DON VITTO GIOVANNI
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DON VITTO GIOVANNI
jueves, 18 de noviembre de 2010
Descargas de ondas de radio contra la hipertensión
BBC Ciencia
Una corta descarga de ondas de radio en los riñones podría ayudar a controlar la hipertensión en los pacientes que no logran responder a la medicación, afirma un estudio.
La descarga bloquea los nervios de los riñones para reducir la presión arterial.
La terapia pionera, publicada en la revista The Lancet, utiliza la llamada energía de radiofrecuencia, o RF, para cortar selectivamente los nervios de los riñones que juegan un papel clave en la regulación de la presión arterial.
Aunque todavía está en su fase de prueba, los expertos creen que el procedimiento podría algún día ayudar a cientos de miles de personas que sufren hipertensión en todo el mundo.
Este trastorno se ha convertido en un grave problema de salud pública y se cree que afecta a unos mil millones de personas globalmente.
Muchos de estos pacientes -cerca de la mitad- no logran regular con medicamentos su tensión arterial.
Esto se debe en parte a que para muchos es difícil recordar que deben tomar el fármaco todos los días. Pero en cerca de 20% de los pacientes, las medicinas simplemente no tienen ningún efecto.
Los expertos creen que el nuevo procedimiento podría ayudar a muchos de ellos a controlar mejor su condición y reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral o un infarto.
Resultados prometedoresEl equipo de investigadores, dirigido por el profesor Murray Esler del Instituto Baker IDI de Corazón y Diabetes en Melbourne, Australia, están actualmente probando la seguridad y efectividad de la terpia.
Para llegar a los riñones, los médicos utilizan un catéter que es insertado en una arteria en la ingle y guiado hasta el riñón.
Una vez allí, el catéter es conectado a una máquina que genera la energía de radiofrecuencia.
Esta interesante investigación podría desempeñar un papel en el combate del enorme problema de hipertensión, que afecta a 16 millones de adultos en el Reino Unido y es uno de los principales asesinos por los derrames e infartos que causa
Prof. Graham MacGregor
De esta forma, una corta descarga de la máquina puede bloquear una cantidad de pequeñísimos nervios ubicados en el recubrimiento de las arterias del riñón.
Al impedir que estos nervios envíen señales el procedimiento puede reducir la presión arterial.
El equipo australiano, que trabaja en 24 clínicas ubicadas en varios países del mundo, probó el tratamiento en ensayos clínicos en los que participaron más de 100 pacientes.
Descubrieron que la terapia redujo en algunos de los pacientes la presión arterial en cerca de 10mmHg (milímetro de mercurio) o más, que aunque no es suficiente para que la presión arterial regrese a un nivel "normal", si puede reducir algunos de los riesgos a la salud asociados con una hipertensión muy alta.
Y mejor aún, afirman los investigadores, no hubo casi ningún efecto secundario.
Seis meses después del tratamiento, 41 de 49 pacientes (84%) sometidos al procedimiento mostraron una reducción en sus lecturas de presión arterial sistólica de 10mmHg o más, comparados con 18 de 51 pacientes (35%) no sometidos.
En el Reino Unido un paciente recibió la innovadora terapia hace un año en el Hospital Barts de Londres.
En un comentario sobre los resultados, el profesor Jeremy Pearson de la Fundación Británica del Corazón, expresa que "este ensayo abre una nueva avenida potencial de tratamiento para pacientes con alta presión arterial que no responden a los medicamentos actuales".
"Se necesitan más estudios para ver si este procedimiento invasivo será aceptable para los pacientes y puede producir efectos a largo plazo que sean seguros y reduzcan los futuros eventos cardiovasculares".
Por su parte el profesor Graham MacGregor, presidente de la organización británica Asociación de Presión Arterial, afirma que "esta interesante investigación podría desempeñar un papel en el combate del enorme problema de hipertensión, que afecta a 16 millones de adultos en el Reino Unido y es uno de los principales asesinos por los derrames e infartos que causa".
Pero el experto agrega que la mayoría de las personas no necesitarán someterse a un tratamiento tan invasivo porque la presión arterial puede ser -casi siempre- controlada exitosamente con medicamentos y un estilo de vida sano.
Una corta descarga de ondas de radio en los riñones podría ayudar a controlar la hipertensión en los pacientes que no logran responder a la medicación, afirma un estudio.
La descarga bloquea los nervios de los riñones para reducir la presión arterial.
La terapia pionera, publicada en la revista The Lancet, utiliza la llamada energía de radiofrecuencia, o RF, para cortar selectivamente los nervios de los riñones que juegan un papel clave en la regulación de la presión arterial.
Aunque todavía está en su fase de prueba, los expertos creen que el procedimiento podría algún día ayudar a cientos de miles de personas que sufren hipertensión en todo el mundo.
Este trastorno se ha convertido en un grave problema de salud pública y se cree que afecta a unos mil millones de personas globalmente.
Muchos de estos pacientes -cerca de la mitad- no logran regular con medicamentos su tensión arterial.
Esto se debe en parte a que para muchos es difícil recordar que deben tomar el fármaco todos los días. Pero en cerca de 20% de los pacientes, las medicinas simplemente no tienen ningún efecto.
Los expertos creen que el nuevo procedimiento podría ayudar a muchos de ellos a controlar mejor su condición y reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral o un infarto.
Resultados prometedoresEl equipo de investigadores, dirigido por el profesor Murray Esler del Instituto Baker IDI de Corazón y Diabetes en Melbourne, Australia, están actualmente probando la seguridad y efectividad de la terpia.
Para llegar a los riñones, los médicos utilizan un catéter que es insertado en una arteria en la ingle y guiado hasta el riñón.
Una vez allí, el catéter es conectado a una máquina que genera la energía de radiofrecuencia.
Esta interesante investigación podría desempeñar un papel en el combate del enorme problema de hipertensión, que afecta a 16 millones de adultos en el Reino Unido y es uno de los principales asesinos por los derrames e infartos que causa
Prof. Graham MacGregor
De esta forma, una corta descarga de la máquina puede bloquear una cantidad de pequeñísimos nervios ubicados en el recubrimiento de las arterias del riñón.
Al impedir que estos nervios envíen señales el procedimiento puede reducir la presión arterial.
El equipo australiano, que trabaja en 24 clínicas ubicadas en varios países del mundo, probó el tratamiento en ensayos clínicos en los que participaron más de 100 pacientes.
Descubrieron que la terapia redujo en algunos de los pacientes la presión arterial en cerca de 10mmHg (milímetro de mercurio) o más, que aunque no es suficiente para que la presión arterial regrese a un nivel "normal", si puede reducir algunos de los riesgos a la salud asociados con una hipertensión muy alta.
Y mejor aún, afirman los investigadores, no hubo casi ningún efecto secundario.
Seis meses después del tratamiento, 41 de 49 pacientes (84%) sometidos al procedimiento mostraron una reducción en sus lecturas de presión arterial sistólica de 10mmHg o más, comparados con 18 de 51 pacientes (35%) no sometidos.
En el Reino Unido un paciente recibió la innovadora terapia hace un año en el Hospital Barts de Londres.
En un comentario sobre los resultados, el profesor Jeremy Pearson de la Fundación Británica del Corazón, expresa que "este ensayo abre una nueva avenida potencial de tratamiento para pacientes con alta presión arterial que no responden a los medicamentos actuales".
"Se necesitan más estudios para ver si este procedimiento invasivo será aceptable para los pacientes y puede producir efectos a largo plazo que sean seguros y reduzcan los futuros eventos cardiovasculares".
Por su parte el profesor Graham MacGregor, presidente de la organización británica Asociación de Presión Arterial, afirma que "esta interesante investigación podría desempeñar un papel en el combate del enorme problema de hipertensión, que afecta a 16 millones de adultos en el Reino Unido y es uno de los principales asesinos por los derrames e infartos que causa".
Pero el experto agrega que la mayoría de las personas no necesitarán someterse a un tratamiento tan invasivo porque la presión arterial puede ser -casi siempre- controlada exitosamente con medicamentos y un estilo de vida sano.
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