DON VITTO GIOVANNI

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sábado, 22 de octubre de 2011

POLITICA : Hugo Moyano e Hijos S.A.


DON VITTO GIOVANNI



POLITICA : Hugo Moyano e Hijos S.A.




Un pueblo sin MEMORIA no puede exigir justicia social----




El líder de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, no detiene por nada su ambicioso proyecto de apoderarse de todo aquello que se mueva sobre ruedas. Sus muchachos, se dieron una vuelta por el predio Parque Industrial de Gualeguaychú, con intenciones de pegarle una "apretadita" a los empleados de la empresa Baggio, quienes se niegan a afiliarse por la fuerza al Sindicato de Camioneros.

Sin embargo, la actitud patoteril de Moyano y sus secuaces, es premiada una vez más por un Gobierno Nacional cada vez más contradictorio, ya que acaba de darle luz verde a la flamante aseguradora de riesgos del trabajo Caminos Protegidos, propiedad de Moyano y que promete brindarle cobertura a todos los trabajadores del país. Claro, una vez que éstos se afilien al Sindicato de Camioneros por las buenas o por las malas.




En el directorio de la reciente adquisición de Moyano y en puestos claves, figuran tres hijos del sindicalista más polémico y funcional al gobierno, que además continúa agigantando su imperio con otros emprendimientos millonarios tales como: una constructora, una gerenciadora de servicios médicos, el Camión Club Argentino, un taller textil, una capintería y una fiscalizadora que opera en puertos. Lo que se dice un auténtico emprendedor.


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Publicado por: Todos Garcas

POLITICA: UN PUEBLO SIN MEMORIA NO PUEDE EXIGIR JUSTICIA SOCIAL- HUGO MOYANO - POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS



POLITICA: UN PUEBLO SIN MEMORIA NO PUEDE EXIGIR JUSTICIA SOCIAL-  HUGO MOYANO - POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS


Por las buenas o por las malas

Recuerdo que en la época que me tocó trabajar en una reconocida empresa elaboradora de agua mineral, vino, etc., una mañana nos encontramos con la salida de los camiones repartidores demorados en la puerta por un grupo de gordos que a la fuerza y a batucada limpia les impedía la salida.

La presencia amenazante de los muchachos de Moyano, exigía la afiliación de los choferes al sindicato de camioneros pese a la negativa de los propios conductores y el conflicto se repitió en varios episodios donde la violencia estuvo a nada de producirse ya que los muchachos de uno y otro bando arrancaban enseguida.

Sin embargo, inexplicablemente, los camioneros de la empresa que hasta ese momento formaban parte del sindicato de obreros vitivinícolas si mal no recuerdo, tuvieron que acceder al pedido gentil de los gordos de Moyano y afiliarse al Sindicato de Camioneros.

Hugo Moyano, ese que dice defender a los trabajadores, ese que ostenta el cargo de secretario general de la Confederación General de Trabajo (CGT), siempre actuó respondiendo a sus propios intereses y por lo menos a mi, no me quedan dudas de que se trata de un auténtico mercenario.


Hoy Moyano, con el argumento de afiliar a los trabajadores de las distribuidoras de diarios, vuelve a desnudar su naturaleza maloliente y cobarde que surge desde el gen oficialista que lo alimentó y lo dejó crecer y si piensa que alguien puede creer que está defendiendo legítimamente los derechos de los canillitas, está equivocado o nos toma por idiotas.


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Publicado por: Todos Garcas

POLITICA: UN PUEBLO SIN MEMORIA NO PUEDE EXIGIR JUSTICIA SOCIAL----- HUGO MOYANO :Hijo de un camión lleno de putas




publicado por : TODOS GARCAS


HUGO MOYANO :Hijo de un camión lleno de putas


Cuando era chico, no hace tanto, admiraba de mi padrastro esa paciencia apática con la que soportaba los arrebatos y las injusticias que desde siempre otorgó el trabajo honrado. Su vida y sus circunstancias, le tejieron -a quien consideré mi padre- un destino hostil, sin demasiadas pretensiones y escasos lujos. Tan solo se permitía beber de manera compulsiva en las vísperas de su día de descanso.

Durante años percibí desde mi infantil y silenciosa comprensión, que su sacrificio viajaba de un lado a otro ocultando derroteros y frustraciones, en un pendular ir y venir entre el marcado de tarjeta y la guita que nunca alcanzaba. Y ahora, tarde -como suelo entenderlo todo- caigo en el recuerdo de los sermones que partían desde su obstinado esfuerzo, cuando junto con mis hermanos nos inculcaba al estudio como nuestra única preocupación, cosa que ignoré.

En una época lo veía poco, casi nada. Sus tres trabajos apenas le daban tiempo para dormir en horarios antinaturales. Pero aprendí mucho. Supe que la explotación deja sus marcas en el cuerpo y en el temperamento y que la honradez dignifica, pero pocas veces alcanza para concretar los sueños.

Entre esos recuerdos, guardo una imagen muy especial que me marcó para siempre. Todavía puedo ver, detrás de la barba blanca y a pesar del paso del tiempo, el rostro afligido, los ojos tristes y el llanto que no encontraba explicación al despido masivo. Los 20 años de puntualidad y asistencia perfecta, no tuvieron ningún sentido para la ambición empresarial que operó bajo la complicidad sindical que se abrió de gambas. Hijos de puta, no les importó nada.

Con el correr de los días, el reclamo de los trabajadores despedidos se fue apagando lentamente, al igual que el fuego inútil de las ollas populares. Nadie hizo nada. El gremio estuvo ausente y el Ministerio de Trabajo se lavó las manos en la podredumbre de los negociados. Los obreros quedaron aislados con la dignidad pisoteada y el futuro incierto y los hijos, con una imborrable fotografía de un padre desdichado. Nunca lo olvido.

Será por eso que desconfío de los sindicalistas. Meros oportunistas acostumbrados a enriquecerse con el sacrificio ajeno. Serviles al mejor postor. Falsos líderes, engordados a agachadas y traiciones. Tipos que ríen a espaldas de los trabajadores y de los trabajadores. Miserables a los que el dinero les desnuda la deslealtad que visten debajo del oberol. Cobardes que se aprovechan de la ignorancia y la humildad. Canallas. Como Hugo Moyano