DON VITTO GIOVANNI
PRESENTA
ARTE
Noche estrellada
Autor:Vincent Van Gogh
Fecha:1889
Museo:Museo de Arte Moderno de Nueva York
Características:73´7 x 92´1 cm.
Material:Oleo sobre lienzo
Estilo:Neo-Impresionismo Esta famosa escena resulta una de las más vigorosas y sugerentes realizadas por Vincent. En pocas obras ha mostrado la naturaleza con tanta fuerza como aquí. Vincent se encuentra recluido en el manicomio de Saint-Rémy desde el mes de mayo de 1889 y muestra en sus imágenes lo que contempla desde su ventana. La noche le había atraído siempre - Café nocturno o La terraza del café - especialmente porque se trataba de una luz diferente a la que se había empleado hasta esos momentos. Es de destacar el tratamiento de la luz de las estrellas como puntas de luz envueltas en un halo luminoso a su alrededor, obtenido con una de las pinceladas más personales de la historia de la pintura: un trazo a base de espirales que dominan el cielo y los cipreses de primer plano, tomando como inspiración a Seurat y la estampa japonesa. Al fondo se aprecia la silueta de un pueblo con la larga aguja de la torre de la iglesia presidiendo el conjunto. Las líneas del contorno de los edificios están marcadas con gruesos trazos de tonos oscuros, igual que las montañas que recuerdan la técnica del cloisonnismo empleada por Gauguin y Bernard. Los tonos que Van Gogh utiliza son comunes a todas las obras de esta primavera del 89: malvas, morados y amarillos que muestran el estado de ánimo eufórico del artista, aunque da la impresión de predecir la grave recaída que tendrá Vincent en el mes de julio.
La noche estrellada
Los cipreses me preocupan siempre (...) me sorprende que nadie los haya pintado todavía como yo los veo. En cuanto a líneas y proporciones un ciprés es bello como un obelisco egipcio.
Vincent a Theo.
Cuando estuvo recluido en el psiquiátrico de Saint-Rémy, a Vincent se le permitió ocupar dos estancias: una para dormir,y otra que utilizaba como estudio. Incluso se le permitía salir del hospital a pintar al aire libre acompañado de un vigilante.
En este cuadro combina dos de los elementos que más le apasionaban durante esta época de su vida: los cipreses y las estrellas. Van Gogh ya había pintado varios nocturnos, con deslumbrantes estrellas. Los cipreses, aunque ya habían aparecido en algunos cuadros (por ejemplo en El puente de Langlois) le empezaron a obsesionar durante su estancia en Saint-Rémy.
La noche estrellada
Van Gogh (1889)
La composición de este cuadro está marcada por la presencia de los cipreses, que se alzan como dos llamas negras sobre un cielo estrellado con la luna en cuarto menguante al fondo. La línea del horizonte está baja, dando el protagonismo al cielo. La presencia imponente de los cipreses a la izquierda queda equilibrada por la de la luna, a la derecha.
La pincelada de Vincent en esta etapa seguía siendo pastosa y alargada, pero ya había evolucionado hacia grandes espirales y remolinos, que intensificaban la sensación de dramatismo en sus obras. Hay un contraste entre la verticalidad de los cipreses y la horizontalidad predominante en el cielo estrellado. Interpretaciones aparte, los cipreses cumplen la función de dotar al cielo estrellado de su verdadera profundidad y dimensión.
Se ha comentado que esta obra quizá se refiera al episodio bíblico del Génesis (37,10) en el que José tiene un sueño con once estrellas, el sol y la luna (en el cuadro ambos parecen unidos). Un investigador español (José Navarro) ha demostrado que la constelación que aparece es la de Aries, visible desde el sur de Francia en las noches del 14 al 19 de junio de 1890, que es cuando se estima que se pintó el cuadro. Además, por esos días la luna estaba, como en la pintura,en cuarto menguante.
Hay muchas interpretaciones posibles y para todos los gustos: en términos de regreso de Vincent a sus convicciones religiosas de juventud, o como sacralización de la naturaleza, que así queda deificada. Otros autores excluyen la interpretación religiosa sin negar que van Gogh pretenda expresar sentimientos relacionados con lo eterno, lo cósmico.