DON VITTO GIOVANNI

DON VITTO GIOVANNI

sábado, 18 de diciembre de 2010

El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico.

DON  VITTO  GIOVANNI

PRESENTA:   NEUROLOGIA

El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neurológico.

El trastorno lleva el nombre del médico Georges Gilles de la Tourette, neurólogo pionero francés quien en 1885 publicó un resumen de nueve casos de personas con reflejos involuntarios. Otro médico francés, Jean Marc Gaspard Itard, describió en 1825, por primera vez, el caso de una mujer noble francesa de 86 años de edad con la enfermedad, la marquesa de Dampierre.
Por lo general, los síntomas de ST se manifiestan en el individuo antes de los 18 años de edad. El ST puede afectar a personas de cualquier grupo étnico, aunque los varones lo sufren unas 3 o 4 veces más que las mujeres.
El curso natural de ST varía entre pacientes. A pesar de que los síntomas de ST oscilan entre leves hasta muy severos, en la mayoría de los casos son moderados.

Causas

Aunque la causa del síndrome de Tourette es desconocida, las investigaciones actuales revelan la existencia de anormalidades en ciertas regiones del cerebro (incluyendo los ganglios basales, lóbulos frontales y corteza cerebral), los circuitos que hacen interconexión entre esas regiones y los neurotransmisores (dopamina, serotonina y norepinefrina) que llevan a cabo la comunicación entre las células nerviosas. Dada la presentación frecuentemente compleja del síndrome de Tourette, la causa del trastorno seguramente es igualmente compleja.

 Trastornos asociados

No todas las personas con ST tienen otros trastornos además de los tics. Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales como el trastorno obsesivo-compulsivo, en el cual la persona siente que algo tuviera que hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención, en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente; trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética, y problemas perceptuales; o trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.
La amplia variedad de síntomas que pueden acompañar los tics puede causar más limitaciones que los tics mismos. Pacientes, familias y médicos necesitan determinar qué síntomas causan más limitaciones para poder elegir los medicamentos y terapias más apropiadas.

 Diagnóstico

Por lo general, el ST se diagnostica observando los síntomas y evaluando el historial familiar. En la diagnosis del ST, los tics motores y fónicos deben estar presentes por lo menos un año. Se pueden usar estudios de neuroimágenes, como imágenes de resonancia magnética (IRM), tomografía computarizada (TC) y escáneres electroencefalográficos (EEG), o distintas pruebas de sangre para excluir otras condiciones que se puedan confundir con ST. Sin embargo, la diagnosis del ST es clínica. No hay pruebas de sangre u otras pruebas de laboratorio que puedan diagnosticar el trastorno.
Muchos estudios muestran que la diagnosis correcta del ST se demora con frecuencia aún después del comienzo de los síntomas, porque muchos médicos no están familiarizados con el trastorno. Los síntomas de conducta y los tics se interpretan mal fácilmente, lo que provoca que niños con ST sean malentendidos en la escuela, en casa y aún en la consulta con el médico. Los padres de familia, los parientes y las amistades no familiarizados con la enfermedad pueden atribuir los tics u otros síntomas a un problema psicológico, aumentando así el aislamiento de quienes tienen el trastorno. El hecho de que los tics puedan aumentar y disminuir en severidad y también se puedan suprimir, provoca que a menudo éstos estén ausentes durante las visitas al médico, lo que complica la diagnosis.
En muchos casos los padres, los parientes, las amistades o los pacientes mismos conocen del trastorno a través de información que escucharon o leyeron en los medios de comunicación popular.

 Tratamiento

Por el hecho de que los síntomas no limitan a la mayoría de los pacientes y su desarrollo procede normalmente, la mayoría de las personas con ST no requieren medicamentos. No obstante, hay medicamentos disponibles para ayudar a los pacientes cuando los síntomas interfieren con las tareas cotidianas.
No existe un sólo medicamento útil para toda persona con Síndrome de Tourette. Asimismo, no hay un medicamento que elimine todos los síntomas y todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Además, los medicamentos disponibles para el ST solamente pueden reducir síntomas específicos.
Algunos pacientes que necesitan medicamentos para reducir la frecuencia e intensidad de los tics pueden ser tratados con fármacos neurolépticos como haloperidol y pimocida. Se administran estos fármacos usualmente en dosis muy pequeñas las cuales se aumentan lentamente hasta que se logra el mejor equilibrio posible entre los síntomas y los efectos secundarios.
El uso de fármacos neurolépticos a largo plazo pueden causar un trastorno de movimiento involuntario que se llama discinesia tardía. Sin embargo, esta enfermedad usualmente desaparece al dejar de tomar el medicamento. Los efectos secundarios a corto plazo de haloperidol y pimocida incluyen rigidez muscular, babeo, temblores, falta de expresión facial, movimiento lento y desasosiego. Estos efectos secundarios pueden reducirse mediante fármacos usados comúnmente para tratar la enfermedad de Parkinson. Otros efectos secundarios como fatiga, depresión, ansiedad, aumento de peso y dificultad en pensar claramente pueden ser más molestos.
La clonidina, un fármaco antihipertensivo, también se usa para tratar los tics. Los efectos secundarios comunes asociados con el uso de clonidina son fatiga, sequedad bucal, irritabilidad, mareos, dolores de cabeza e insomnio. Flufenacina y clonazepam pueden recetarse para ayudar a controlar los síntomas de los tics.
También hay medicamentos disponibles para tratar algunos de los trastornos asociados con el ST. Estimulantes tales como metilfenidato, pemolina y dextroanfetamina, usualmente recetados para el trastorno de déficit de la atención, son algo efectivos pero su uso es controvertido porque se ha informado que éstos aumentan los tics. Para las conductas obsesivo-compulsivas que significativamente interfieren con el funcionamiento cotidiano se puede recetar fluoxetina, clomipramina, sertralina y paroxetina.
Otros tipos de terapia pueden ser útiles. A pesar de que los problemas psicológicos no causan el ST, la psicoterapia puede ayudar a la persona a manejar no sólo el trastorno sino también los problemas sociales y emocionales que ocurren a veces.
Como dato uno de los medicamentos para el tourette que se emplea también para tratar el TDA (déficit de falta de atención) es la Strattera (Atomoxetina)

 Factor hereditario

La evidencia de investigaciones genéticas sugieren que el ST es hereditario de modo dominante y que el gen (o los genes) involucrado puede causar un rango variable de síntomas en los distintos miembros de la familia. Una persona con ST tiene una probabilidad del 50% de pasarle a uno de sus hijos el gen o los genes. Sin embargo, esta predisposición genética no resulta necesariamente en el síndrome en pleno. En su lugar, el síndrome se expresa en un trastorno más leve de tics, en conducta obsesivo-compulsiva o en el trastorno déficit de la atención con pocos o ningún tic. Es posible también que la prole que lleva el gen no desarrolle ningún síntoma del ST. En las familias de los individuos con ST se ha encontrado una incidencia más alta que lo normal de trastornos de tics leves y de conductas obsesivo-compulsivas.
El sexo desempeña un papel de importancia en la expresión genética de ST. Si la prole de un paciente con ST que lleva el gen es varón el riesgo de desarrollar los síntomas es de 3 a 4 veces más alto. Sin embargo, la mayoría de las personas que heredan los genes no desarrollan síntomas lo suficientemente graves para justificar tratamiento médico. En algunos casos no se puede establecer herencia. Estos casos son llamados esporádicos y su causa es desconocida.

 Pronóstico

No hay cura para el ST. Sin embargo, muchos pacientes mejoran a medida que maduran. Los individuos con ST no ven reducida su esperanza de vida. A pesar de que el trastorno es crónico y perdura por toda la vida, no es una enfermedad degenerativa. El ST no menoscaba la inteligencia. Los tics tienden a disminuir según avanza la edad del paciente, permitiendo a algunos pacientes a abandonar el uso de medicamentos. En algunos casos, una remisión completa ocurre después de la adolescencia. Según algunos estudios, se comprobó que los individuos con ST suelen tener cocientes intelectuales o CI altos..[

 Dificultades escolares vinculadas al Síndrome de Tourette

Los estudiantes afectados con Síndrome de Tourette necesitan un apoyo escolar específico. Para ello tanto los padres como los profesionales de la educación (profesores, educadores, psicólogos, psicopedagogos…) tienen que estar debidamente informados sobre el modo en que los tics y otros síntomas del síndrome (ST) pueden afectar al rendimiento y comportamiento de un alumno.
Alternativas escolares para los estudiantes con ST
Según la severidad de los tics y la actitud ante ellos de los profesores, alumnos y hasta de el mismo, pueden verse afectadas las relaciones sociales, emocionales y académicas.
El ST puede afectar de muchas maneras al aprendizaje escolar, tanto de manera positiva (mayor creatividad) como negativa, (gran falta de atención).
Si los problemas de aprendizaje son leves, estos pueden superarse mediante apoyos en clase o pequeñas adaptaciones, pero si estamos ante un caso grave de tics o de otros trastornos asociados a los tics, se pueden precisar programas e intervenciones curriculares especialmente adaptadas. A partir de la adolescencia (donde se alcanzan los niveles más críticos) suelen disminuir los problemas de aprendizaje gracias a las ayudas y a las adaptaciones.
La incidencia de los trastornos asociados al ST y de los propios tics sobre el rendimiento escolar
Los esfuerzos de los niños por controlar sus tics pueden hacer que sus capacidades de concentración y atención disminuyan notablemente.
Los tics afectas a casi todas las áreas del aprendizaje como son: Cálculo, resolución de problemas, escritura, lectura, manipulación de utensilios etc.
El ST puede estar asociado al TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad), en muchos casos este trastorno aparece antes que los tics.
También puede estar asociado el ST al TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) esto también influye mucho sobre todo en la concentración debido a que genera estrés, ansiedad etc. Otro trastorno al que se asocia el ST es la depresión y trastornos de estado de ánimo, influye tanto en la concentración como en la autoestima, motivación etc.
El síndrome de Tourette y la inteligencia
El ST no afecta a la inteligencia, la mayoría poseen una inteligencia media o por encima de la media. Pero los estudiantes con ST pueden tener problemas de aprendizaje especialmente por los trastornos atencionales y conductuales.
La intervención del profesorado y de los Equipos de Orientación Pedagógica
Tanto los profesores como el EOP deben conocer y comprender bien el ST. Esto es necesario para que sepan restar importación y atención a los tics del alumno ya que esto contribuye a la disminución de estrés del mismo, con lo cual los tics se pueden manifestar con menos intensidad y en menos ocasiones.
Además esta actitud servirá a los compañeros de los niños para que hagan lo mismo y aprendan a tolerar estos síntomas. Con esto se favorece la integración del niño. También el profesorado debe abarcar las necesidades emocionales como son la empatía y la comprensión, para disminuir las emociones negativas y para prevenir peleas, burlas etc.

Medidas para ayudar a los estudiantes con ST en el medio escolar.

  • Mantenimiento de las costumbres y la rutina escolar, esto ayuda al alumno con ST a tranquilizarse y desempeñar situaciones espacio-temporales estructuradas, ordenadas y previsibles. Sentarse en el mismo sitio, tareas en el mismo orden etc. Cualquier cambio como excursiones, nuevos profesores… puede afectar al estrés y nerviosismo por lo que incrementara la hiperactividad, los tics etc. Pero es conveniente que aparezcan nuevas experiencias en su vida que le permitan ampliar su interés y aprendizaje. Esto se hará con los apoyos que sean necesarios.
  • Se deben seguir pautas y hábitos para prevenir o mejorar las dificultades atencionales y los despistes. Para ello: cuadernos distintos para cada asignatura, archivadores, hacer una lista de las tareas a realizar etc. La utilización de ordenadores conlleva a mejorar su capacidad de atención y a mantener una caligrafía mejor.
  • Confiar al alumno/a con ST la realización de ciertas tareas que supongan una actividad motora o la posibilidad de salir del aula, como borrar la pizarra, recados a otro profesores etc. Así le das la oportunidad de liberar sus tics y de que se sientan responsables.
  • Los alumno con ST pueden tener conductas raras o inapropiadas, es conveniente actuar sobre estas conductas solamente en la medida en que distorsionen o interfieran excesivamente el desarrollo normal de la clase, con las relaciones con sus compañeros o con su propio aprendizaje.
  • Hay que reforzar y estimular sus conductas y comportamientos adecuados. Necesitan ser elogiados y que se reconozcan sus esfuerzos, creatividad, espontaneidad, controlar sus impulsos etc. En el caso en que se imponga algún castigo habrá que explicarle al niño el motivo que lo originó y la conducta que tendría que haber tenido.
  • Integrar a los alumnos con ST, les ayuda con su autoestima y con las habilidades sociales.
  • Evitar el etiquetado como por ejemplo “vago” “caprichoso” “despistado” etc.
  • Es importante la realización de ejercicio físico para eliminar el estrés y desarrollar habilidades psicomotrices. En esta área hay que tener cuidado con integrar bien al alumno en los juegos en equipo ya que de no ser así aumentaría el nerviosismo, tics etc. en el alumno. También habrá que adaptar las actividades para que pueda realizarlas sin tener problemas, (efectos secundarios de algunos medicamentos etc).

 Casos interesantes

Diversas personalidades han tenido o tienen ST.
En 1974 la Televisión Nacional de Chile trató de hacer una entrevista a un niño con este síndrome, pero debido al lenguaje coprolálico de éste, jamás fue publicado hasta que se masificó por internet en 2004. El individuo del caso Súper Taldo fue entrevistado por la televisión cuando ya estaba casi superado.

La mujer que no conocía el miedo



DON  VITTO  GIOVANNI

PRESENTA :  CIENCIA



Amígdala (SPL)
La amígdala (estructura amarilla debajo de la región anaranjada) se encarga de procesar emociones.
Por primera vez científicos han logrado demostrar cómo una región del cerebro, llamada amígdala, es fundamental para provocar el miedo en el ser humano.
Los investigadores de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, describen el caso de una mujer cuya amígdala -una estructura parecida a una almendra en el cerebro- quedó destruida por causa de una enfermedad.
Los científicos observaron como la paciente -sólo identificada como SM- era incapaz de responder a estímulos de miedo ante víboras, arañas, películas de terror e incluso situaciones en las que su vida había estado en peligro.
Esto confirma, dicen los expertos en la publicación Current Biology, que la amígdala es esencial para provocar un estado de temor en el ser humano.
El avance, agregan, podría conducir a mejores tratamientos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos de ansiedad.

Proceso de emociones

Desde hace unos 50 años los estudios han demostrado que la amígdala -ubicada en la profundidad del lóbulo temporal- es la encargada del procesamiento de las reacciones emocionales, incluido el miedo.
Pero hasta ahora esos estudios sólo habían sido llevados a cabo con animales, desde ratas hasta monos.
Debido a que SM no tiene la amígdala, también carece de la capacidad para detectar y evitar el peligro en el mundo. Es realmente extraordinario que todavía esté viva
Dr. Justin Feinstein
Ahora, por primera vez, se logró confirmar en un ser humano.
"La naturaleza del miedo está basada en la supervivencia y la amígdala nos ayuda a mantenernos vivos al evitar situaciones, personas u objetos que puedan poner nuestra vida en peligro", explica el doctor Justin Feinstein, quien dirigió el estudio.
"Debido a que SM no tiene la amígdala, también carece de la capacidad para detectar y evitar el peligro en el mundo. Es realmente extraordinario que todavía esté viva", agrega el científico.
Los investigadores llevaron a cabo estudios durante varios años con la paciente. Confirmaron que era incapaz de reconocer el temor en expresiones faciales, pero hasta antes de este trabajo no se sabía si era capaz de experimentar por sí misma esta emoción.

Respuestas

Para comprobarlo, el doctor Feinstein y su equipo observaron y registraron las respuestas de la mujer al exponerla a víboras y arañas (dos de los animales más comúnmente temidos). También la evaluaron mirando películas de terror y durante una visita a una "casa embrujada".
Se midió cómo la paciente experimentaba el miedo con una serie de cuestionarios estándar que analizan diversos aspectos del temor y que van desde el miedo a la muerte hasta el temor a hablar en público.
Araña
La paciente fue expuesta a arañas para medir su respuesta.
Además, durante un período de tres meses se sometió a SM a un "diario de emociones" computarizado, en el cual debía calificar al azar su nivel de miedo en distintos momentos del día.
En todos los escenarios -dicen los autores- la paciente no logró experimentar temor.
"Y al hablar de sus experiencias pasadas, describió cómo había enfrentado numerosos eventos traumáticos que habían amenazado su misma existencia y, sin embargo, tal como informó, no le habían provocado miedo", agregan los expertos.
Según el doctor Feinsten, estos resultados sugieren que la amígdala humana es un área fundamental del cerebro para provocar un estado de miedo.
"Aunque la paciente es capaz de experimentar otras emociones, como felicidad y tristeza, es incapaz de sentir temor".
"Esto sugiere que el cerebro está organizado de tal forma que una región específica -la amígdala- se especializa en el procesamiento de una emoción específica: el miedo".

Apagar la amígdala

Los científicos creen que este hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos o mecanismos que logren "apagar" la amígdala de forma segura y no invasiva para pacientes que sufren trastornos como el de estrés postraumático.
Miedo (SPL)
La mujer no experimentaba miedo en ninguna situación de peligro.
Estas terapias podrían ayudar, por ejemplo, a veteranos de guerra que sufren de TEPT y cuyas vidas se ven controladas por un miedo constantemente presente en su vida.
A diferencia de estos individuos, afirma el doctor Feinstein, la paciente de este estudio "es inmune a esos estados de miedo y no muestra síntomas de estrés postraumático".
"Es imposible que los horrores de la vida penetren en su núcleo emocional. En esencia, los eventos traumáticos no dejan una huella emocional en su cerebro".
El científico agrega que "con el entendimiento de la forma como el cerebro procesa el miedo en casos como el de SM, algún día quizás podremos crear tratamientos dirigidos de forma selectiva a las áreas del cerebro que permiten que el miedo gobierne nuestras vidas".

Vaughn Monroe: Let It Snow

DON VITTO GIOVANNI :PRESENTA --MUSICA ORIGINAL DE LA PELICULA  DURO DE MATAR   ---uno





                                   

Una sociedad desamparada

DON  VITTO  GIOVANNI

PRESENTA  :   SOCIEDAD  Y  ESTADO


Diario perfil.com  domingo 12 dic. 2010


Por Nelson Castro


Los gobiernos de la Nación y de la Ciudad compitieron en despropósitos. En el medio quedaron víctimas desesperadas y problemas que no se resuelven.
Cuando un territorio se transforma en tierra de nadie, lo que reina es la anarquía. Y en los Estados en los que impera la anarquía, la fuerza de la razón desaparece y se instala la razón de la fuerza, es decir, la violencia. Así es como se extinguen las normas de convivencia, y la consecuencia es la división de la sociedad. A partir de allí todo queda limitado al sálvese quien pueda y es en esa circunstancia cuando salen a relucir los peores aspectos de la condición humana. Se producen, además, las peores situaciones de explotación de las personas por parte de grupos delincuenciales y mafiosos. La tierra de nadie es producto de una combinación explosiva: la exclusión social y la ausencia de Estado. Es el origen de un proceso de “favelización” que viene creciendo en nuestro país y cuyas consecuencias habrán de ser imprevisibles y peligrosas.

En el fondo de este problema yace una causa fundamental: la pobreza, que en sus distintos niveles sigue castigando a una parte significativa de la población argentina.

El primer dato que surge de este episodio de Villa Soldati es la dimensión de los niveles de pobreza que persisten en nuestro país. Y a esto hay que prestarle atención, sobre todo, cuando desde el Gobierno nacional se vienen difundiendo cifras de disminución de la pobreza que no se compadecen con la realidad
.
 La cantidad de personas que habitan en las villas de emergencia en Buenos Aires se ha duplicado en los últimos cinco años, lo que representa un contraste impactante con los niveles de crecimiento que muestra la Argentina.

 Y este fenómeno no es exclusivo de la Capital. Rosario, otra ciudad de gran bonanza económica, está rodeada de un conglomerado de asentamientos que crece.
Se verifica en casi todos esos lugares la falta de Estado. El movimiento de curas villeros, que desarrolla una tarea monumental, viene advirtiendo desde hace años esa realidad y señalando sus nefastas consecuencias.

En ese universo luchan desesperadamente líderes sociales de gran envergadura que buscan generar mejores condiciones de vida para la gente de bien que allí vive, que es mayoría. Esos líderes están muy solos. Por lo tanto, los grupos delincuenciales encuentran en esa geografía impenetrable una protección ideal. Los primeros que padecen el accionar de esas bandas son los habitantes honestos de las villas.
Hasta ahora, la política ha aportado pocas soluciones y grandes males. El peor ha sido y es el de los punteros políticos, cuyo modus vivendi depende de la existencia de la mayor cantidad posible de pobres.
Uno de los peores dramas que origina la pobreza es la imposibilidad de acceder a una vivienda digna, uno de los problemas más difíciles que enfrenta la Argentina. No es sólo un drama para los carecientes: lo es también para millones de personas que trabajan en blanco y pertenecen a la clase media. Y no hay planes de viviendas ni para unos ni para otros.
Otro aspecto que ha salido a la luz es el de los inmigrantes. La conferencia de prensa de Mauricio Macri del jueves fue malísima. La asociación de inmigración y narcotráfico que dejó traslucir es injusta y deja el campo abierto a conductas discriminatorias repudiables. El abordaje de la inmigración exige un estudio profundo de sus causas y características sin el que no habrá una estrategia política que asegure el cumplimiento del mandato constitucional –el Preámbulo habla de “todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”– en un contexto de orden y legalidad.

A la administración de Macri hay que endilgarle su poca capacidad de diálogo y el abandono del sur de la Ciudad. El jefe de Gobierno niega esto pero la realidad lo demuele. Los habitantes de esa zona dan datos que grafican la magnitud de ese abandono. Un solo ejemplo sirve para ilustrar esto: la zona aledaña al Parque Indoamericano es de las más inseguras; sin embargo, nadie se explica por qué no hubo allí una presencia prioritaria y preventiva de la Policía Metropolitana desde mucho antes de los hechos.
Hace unos días, uno de sus ministros le comunicó a Horacio Rodríguez Larreta y a la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad, María Eugenia Vidal, que había un grupo de personas que estaban ingresando al parque con intención de quedarse. Ninguno de ellos le prestó la más mínima atención.

Lo del Gobierno nacional ha sido de una irresponsabilidad pocas veces vista. Ha tratado a los habitantes de la Ciudad como si fueran los de un territorio ajeno a su jurisdicción. El acto de la Presidenta anunciando la creación del Ministerio de Seguridad, mientras en la zona del conflicto se desarrollaban los actos de mayor violencia de toda esta saga, fue patético.

La creación de ese ministerio y la designación de Nilda Garré implican una evaluación crítica hacia el desempeño en todo este drama del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de quien dependían las fuerzas de seguridad. Ni qué decir del ministro de Justicia y Seguridad, Julio Alak, un títere.

Cristina Fernández de Kirchner se disgustó con el jefe de Gabinete por la violencia brutal ejercida por miembros de la Federal contra algunos de los que se alejaban del parque después del desalojo del miércoles y le exigió una solución. El funcionario ordenó la separación de la fuerza de los efectivos involucrados y dispuso que ninguna fuerza de seguridad se hiciera presente en el lugar. Un disparate. Lo que hubiera correspondido es que se desarrollaran tareas preventivas similares a las que se están llevando a cabo ahora.

La seguridad también incluye la prevención y la disuasión.

La ocupación del espacio público es parte de otro debate pendiente. Es la forma de protesta en boga que emplea la sociedad, ya sea a través del corte de calles, rutas o tomas de plazas y parques. La política debería preguntarse el porqué.

Como en todo conflicto político hubo en los dos bandos –Gobierno nacional y Gobierno municipal–halcones y palomas. Hasta la madrugada del sábado triunfaron los halcones. Que hayan tenido que ocurrir muertes para que dos administraciones de distinto signo político se sentasen a dialogar en la búsqueda de una solución a este conflicto constituye un resonante fracaso por parte de nuestra dirigencia, cuyas conductas debilitan la calidad institucional de nuestro sistema republicano. La sociedad no merece padecer los avatares de tamaño desamparo.

Producción periodística: Guido Baistrocchi


 

EL ZUMBIDO DE LOS BICHOS CULTURALES.

DON  VITTO  GIOVANNI

PRESENTA :                    ESCRITORES


EL ZUMBIDO DE LOS BICHOS CULTURALES.


POR IRENE ICKOWICZ.

ME CONTABA UN AMIGO QUE EN LA PUERTA DE ENTRADA DE LOS VISITANTES DE LA NASA, HAY UN PEQUEÑO CARTEL QUE DICE:


 LA ABEJA, POR SUS DIMENSIONES, PESO Y FORMA, NO PODRÍA VOLAR. PERO EN LOS HECHOS ELLA NO LO SABE”.

Entre el saber y el no saber se juega el destino de cualquier creación. En el acto de narrar algo de nuestra naturaleza nos resulta desconocido y este misterio impulsa el relato. Pero, como somos bichos culturales, los conocimientos y las preceptivas circulan dentro de nuestros organismos creativos y no es posible ignorarlos. Vuelo y altura dependen de la fricción de estas dos potencias. Narrar es una travesura, donde lo conocido y lo desconocido atraviesan todos los planos que esta experiencia abarca: la historia, el relato, los personajes, las metáforas, el proceso creativo, el narrador, el receptor, etc. Y, si bien, en todas las épocas el arte ha tratado de imaginar una expresión libre de normativas, el tiempo se ha encargado de demostrar lo utópico del intento, con todo el valor que las utopías encierran. En la última década, como suele suceder cíclicamente en nuestro cine, se han dado cambios en la manera de narrar, cambios que renuevan y angustian porque nos remiten a otras formas de observar y procesar lo percibido. Basta transitar por encuentros de gente de la cultura y del cine en particular, para que asome un tópico común: la narrativa como problema. Algunos centran la responsabilidad en el guión y otros en la realización. Pero las prácticas actuales dan cuenta de que la narrativa se origina y circula relacionando escritura y filmación y es en éste vínculo donde se definen tanto los logros como las fallas. En nuestro medio no existe un mercado para el guión. Los concursos son de proyectos. Tanto los autores de trayectoria como los guionistas que recién se inician dependen de la convocatoria de los directores o productores, quienes también inciden en la génesis del relato. Por otra parte, salvo ciertas especificidades propias de la escritura, las cuestiones que se proponen resolver el guión en términos de narrativa, no son diferentes a las que se plantea el cine en su conjunto.
En otras épocas, los autores llegaban al cine desde el periodismo, la literatura, el teatro. Hoy la mayoría de los relatos se conciben audiovisualmente y esta realidad imprime diferencias. En las últimas décadas ha proliferado la literatura sobre el guión y la narrativa fílmica, tanto como los centros de estudio donde se indaga y elabora sobre estos temas. Se sabe mucho más de cine. ¿es suficiente este conocimiento específico para narrar mejor?
La narrativa cinematográfica está marcada por la manera en que se sueña, se concibe, se produce y se desarrolla una película, inscripta dentro de la realidad del cine, de la sociedad y de la cultura.
El descrédito a tanto discurso social no sostenido en las prácticas, ha llevado en estos últimos años a una fuerte voluntad de desechar el artificio y abrazar lo genuino. Esta intención anima a aquellas propuestas que persiguen alcanzar la mayor perfección en la narrativa clásica, a las que con ruptura dialogan con las narrativas anteriores, a las que toman lo que les interesa sin hacerse cargo de ninguna herencia cultural. Este interés por lo genuino da resultados diversos, ya que como cualquier otro valor puede ser interpretado de maneras diferentes. En sí mismo, no es garantía de calidad ni de reconocimiento del público, pero su búsqueda promueve transformaciones.
Ya es tradición que las innovaciones sean acompañadas por sectores que, dentro y fuera del cine, pretenden imponer preferencias y establecer disyuntivas insalvables. Lo preceptivo huele mal y la imposibilidad de tomar una perspectiva histórica frente a lo que se vive en el presente, hace perder de vista que se instalan nuevas preceptivas, que no son novedad ni en el cine local ni en el mundo.
En todo momento de transición también caen cosas valiosas. El arte de la composición no cuenta hoy con buena prensa. La construcción dramática, que continúa evolucionando según el pensamiento filosófico de cada tiempo, se linealiza como creación- propiedad- modelo hollywoodense y se asocia con atributos de manipulación y de engaño. Así, se confunden éticas y poéticas con construcciones del drama. Cierto es que la dramaturgia nos enfrenta a un dilema con un “otro” y a la urgencia por resolverlo. Reconocerse en conflicto con otro, indefectiblemente nos sitúa en dilemas sociales y nos plantea ensayar respuestas. El drama, con todas las variables que ofrece, según el género y la visión que se tenga del ser humano y de la sociedad, según como se considere al espectador y cuáles resoluciones se elijan: catárticas o patéticas, didácticas o paradojales, causales o azarosas, determina comportamientos. Los personajes no sólo tienen problemas, quieren resolverlos. Y el narrador se esconde tras ellos para ser descubierto por el espectador cuando terminó la película. Pero las variables y recursos que se cruzan con la dramática son infinitos, según sus autores y las culturas a las que pertenecen. En una atrevida generalización podría señalarse, por ejemplo, que la cultura norteamericana se interroga sobre el hacer, el personaje se define en sus actos y por consecuencia se privilegia la acción. Según la tradición europea, el personaje es una esencia que actúa y se enfatiza su dialéctica interna sobre otros aspectos de la narrativa. Latinoamérica, que no cancela su pasado ni se priva de influencias culturales, centra las indagaciones en términos de identidad. Nuestros personajes hacen y se debaten para saber quiénes son. En este sentido, cada película ofrece una alquimia cultural diferente y hace que la diversidad de propuestas sea una característica perdurable de nuestro cine. Pero se acentúe donde se acentúe, quién soy, cuál es el sentido de mi existencia y qué hago al respecto, son interrogantes que aparecen de manera manifiesta o como contexto del relato, y cobran significados según las posturas filosóficas de los narradores. Desde su manera de ver las cosas, cada autor aportará un tratamiento diferente al drama y no al revés.
El cine que se aparta de la construcción dramática y de la narrativa clásica, desde hace décadas trabaja con recursos y procedimientos que también son posibles de reconocer y nombrar: ruptura de la causalidad, difusión de puntos de vista, motivos recurrentes, fragmentación de los sucesos, acción descentralizada, no progresión, imagen cita, articulación del relato en torno a una idea sobre la que el espectador debe completar su tematización, discontinuidad visual y sonora, quiebre de la lógica de las acciones y de los personajes, fracturas en la historia que producen inestabilidad y tensión interna en el universo ficcional, no identificación del espectador, acentuación de las transiciones, etc. Etc. El sentido que adquieren estas maneras de organizar los elementos, depende de la mirada que el autor tenga sobre los asuntos que narra. En estas propuestas el narrador no se oculta, por el contrario, convoca al espectador para dialogar de manera explícita con él.
La novedad en las maneras de contar no se centra en los recursos sino en el tratamiento, donde puede reconocerse cierta tendencia a privilegiar el “estado” de las cosas y de los personajes que se describen, marcados por conflictos con los cuales no interactúan. Esta característica mucho nos habla de la época en que vivimos, con fuerte impronta individual signada por el desconcierto de todas las generaciones pertenecientes a los sectores sociales que aún pueden gozar y sufrir con la cultura artística y sus manifestaciones.
Como en todo cambio, algunas cosas se pierden, otras se transforman y otras se exageran. “El cine no está para dar respuestas”, “lo genuino es trabajar sin actores”, “sin dramaturgia no se cuenta nada”, “en la nueva narrativa no hay mirada ideológica”, “en la narrativa clásica se baja línea y se da todo servido al espectador” y tantas otras expresiones que reiteran exclusiones y expulsiones con deseos de autoafirmación, propias de nuestra sociedad.
Hay narradores en nuestro cine que nos conmueven y nos dejan pensando, otros nos hacen pasar un buen momento, otros no tanto. Narrar es difícil, demanda talento y práctica. La continuidad en la producción es un movimiento que convierte la cantidad en calidad. Encuentro grandes autores que persiguen la perfección en la narrativa clásica y otros que eligen los quiebres, dejándonos ver que en algún punto se han sentido cuestionados por las narrativas anteriores. Sus respuestas nos invitan a pensar lo no pensado. También lo distinguen verdad de verismo y reproducen una galería de estereotipos de autenticidad acuñados en la improvisación televisiva. Hacer que emerja como simple lo profundamente elaborado ha sido un desafío artístico constante en la historia de nuestra cinematográfica.
Narrar es proceso complejo que nos exige comportarnos como personajes complejos y utilizar todaslas capacidades humanas a un mismo tiempo: emoción, intuición, voluntad y razón. Hoy predomina el unipersonal, los soliloquios, el ombliguismo. Compartir fatasías, tarzar caminos de encuentro resulta complicado, los celulares no alcanzan. Y si el conocimiento no es suficiente para desplegar las alas, el desconocimiento tampoco.
Los grandes autores saben mucho más que cine. Saben que ignoran demasiadas cosas sobre el mundo y sobre sí mismos, por eso no pueden dejar de contar lo que están buscando.
La diversidad es saludable. Y aunque algunos organicen velorios masivos, sólo mueren los que sufren del confort intelectual del que habla Lacan, y no hay edad ni inclinación narrativa que esté a salvo de padecerlo.
Como en todos los tiempos hay películas y películas. Cada uno las adjetivará como quiera o pueda. Es una pena que la tolerancia no sea una virtud argentina. Abundan juicios y condenas. Preferimos tener razón y anulamos la curiosidad descalificando los conocimientos de los otros. Y si los saberes no circulan, los no saberes desarrollan potencias. No vuelven ignorantes en vez de impulsarnos a levantar vuelo.

Por Irene Ickowicz
Fuente: revista "Cine y Artes Audiovisuales"