DON VITTO GIOVANNI

DON VITTO GIOVANNI

sábado, 16 de octubre de 2010

Raíces del alma.

Raíces del alma. Liana Castello, escritora argentina. Cuento para padres. Cuento sobre el orgullo de defender la tierra.




Existe un árbol cuyas raíces se extienden por la tierra como si fueran los causes de un río. Largas, sinuosas, firmes. Pareciera que emergen como diciendo “aquí estamos y aquí nos quedaremos”.
El viejo árbol se yergue altivo sobre un campo donde sólo pareciera haber lugar para él mismo. La sombra que proyecta su copa y la extensión de las raíces, no permiten que sea apto para el cultivo.
Muchos fueron los que estudiaron el fenómeno del viejo árbol, extrañados por la insólita extensión y volumen de sus raíces. Nadie encontró una explicación, no porque no la hubiera, sino porque buscaron en el lugar equivocado.
Muchas veces, las respuestas no están en los libros, sino en aquellas historias que no han sido escritas y sólo viven en el recuerdo de quienes las relatan.
Cuenta una leyenda que hace cientos y cientos de años, existió una tribu de indígenas llamada Kortuc, muy numerosa por cierto y que hacía un culto del respeto a la tierra.
Los Kortuc, como todos los indígenas, vivían de la caza y de la pesca. Excepto por la imperiosa obligación de matar para saciar el hambre, eran gente de paz. El apego a sus costumbres, la familia y el respeto por los orígenes eran su mayor orgullo.
Vivían en armonía no sólo entre ellos, sino con los pueblos vecinos, hasta que un día llegaron unos hombres a conquistar sus tierras.
Estaban dispuestos a arrasar con todo y con todos, querían apoderarse de ese suelo fértil y extenso y dominar a sus habitantes para que su poderío fuese absoluto.
Los conquistadores eran hombres muy experimentados en ultrajar dignidades, pero los Kortuc los superaban en número.
La tribu, al mando de Kertac, su cacique, dio batalla sin más armas que las que usaban para cazar y pescar, pero con la firme decisión de defender lo que por derecho les correspondía.
– La tierra se defiende como sea – Dijo Kertac a su gente.
Y así lo hicieron, para los indígenas ese suelo era su identidad, el lugar donde descansaban sus antepasados y donde nacerían sus hijos y los hijos de sus hijos. Era el pasado, el presente y el futuro, su patrimonio y también sus sueños. Kertac iba al frente de sus hombres con la mirada altiva y el torso desnudo, caminaba con el paso firme, como si él solo pudiese defender a una tribu entera.
No le temblaba un músculo. Tenía que defender a su tierra y a su gente y si era necesario lo haría con su vida. En ese momento sintió que no había en el mundo nadie más que él para hacerlo, él solo frente al peligro, él solo para cumplir con su deber de cacique.
Eran demasiados los Kortuc y no tantos los colonizadores. La diferencia numérica era demasiada y optaron por retirarse, no sin antes dar el zarpazo final.
Sorprendidos y hasta indignados por la actitud altiva y desafiante de Kertac, lo tomaron entre varios hombres y comenzaron a golpearlo.
Los cuatro hijos del cacique, muy jóvenes aún, y la tribu entera se abalanzó sobre los hombres que golpeaban a Kertac. Cuando lograron liberar al cacique de sus atacantes y mientras éstos emprendían su retirada, todos se dieron cuenta que ya era tarde.
Kertac estaba herido de muerte, pero su mirada transmitía una paz que sólo los que aman hasta dar la vida por una causa conocen. Kertac había defendido con sus manos, con su torso desnudo y con su vida a su tierra y a su gente.
Lo enterraron bajo un pequeño árbol, joven todavía pero fuerte y sólido, como Kertac. Las lágrimas de la familia y de la tribu entera regaron ese suelo y lo hicieron fértil como pocos.
Al cabo de unos cuantos años, mejor armados y organizados, los colonizadores volvieron. Esta vez encontraron a cuatro hombres maduros, fuertes y con la misma decisión de su padre de defender lo que le correspondía.
La lucha no fue desigual en número, pero sí en cómo estaban preparados. Los Kortuc no habían avanzado en cuanto a armas para defenderse se refiere, pero los colonizadores sí.
De todos modos, cuatro torsos desnudos se enfrentaron a los extranjeros, dispuestos –como su padre- a dar la vida por su gente, su historia, su honor.
Y así lo hicieron, en una lucha encarnizada, los cuatro hijos del cacique y muchos hombres más, dejaron la vida. La sangre derramada no fue en vano, las muertes cobraron el sentido de no entregar en manos ajenas su tierra y su dignidad.
Cuando los colonizadores partieron vencidos y jurando volver, los hijos de los hijos de Kertac se dispusieron a enterrar a sus respectivos padres.
Su intención era enterrar a los cuatro hombres junto a su padre, pero a pesar que los cuerpos no estaban demasiado lejos, se encontraban en muy malas condiciones. Se desató ese día una gran tormenta, como si también el cielo quisiera despedir a esos indígenas, por lo que cada uno de ellos fue enterrado justo en el lugar donde había muerto.
A partir de ese día, comenzaron a brotar del árbol donde descansaba el cuerpo del cacique cuatro raíces fuertes, duras, como lo habían sido los hijos de Kertac.
Como en un abrazo simbólico, las raíces del árbol llegaron hasta cada uno de los cuerpos y de ese modo, padre e hijos, se unieron bajo esa tierra que tanto habían amado y respetado.
El tiempo pasó, los nietos de Kertac crecieron y el árbol también. Junto con él, las cuatro raíces eran cada vez más gruesas, más fuertes, más imponentes.
Como lo habían prometido, los hombres volvieron. Ya no eran los mismos, pero sí tenían el mismo fin, conquistar esas tierras y dominar a esos hombres.
Como su abuelo y como sus padres, los once nietos del cacique defendieron como pudieron lo suyo, pero esta vez no triunfaron.
Los extrajeron se quedaron y para siempre. Los muchachos también murieron con la frente alta y la dignidad intacta. Como los colonizadores dominaban ya la tribu, no hubo espacio para una despedida respetuosa. Los sobrevivientes enterraron cómo y donde pudieron a todos sus hombres.
El tiempo siguió pasando y la historia de una tribu que vivía en paz y armonía fue recuerdo. El árbol, testigo fiel de esa historia, siguió extendiendo sus raíces. De las cuatro que tenía, salieron otras once y así, el suelo continuó poblándose de abrazos silenciosos.
Los extranjeros arrasaron con todo, creyendo que para civilizar era necesario destruir. Con el viejo árbol no pudieron, tu tronco era tan fuerte que nada lo derribaba, su corteza reflejaba las cicatrices de sus hombres. Estaba aferrado al suelo por esas raíces por las que no corría sabia, sino sangre y orgullo.
No se sabe cuándo dejaron de brotar raíces en el árbol, muchos dicen y presumo es cierto, que fue cuando ya no hubo descendía alguna de Kertac.
Hasta hoy, el árbol y sus imponentes raíces, siguen firmes, unidas con un amor que venció a la muerte, con una dignidad que derrotó toda invasión, con un respeto que va más allá de los años, la historia y su desenlace


NOTA  de  DON VITTO GIOVANNI:

El cacique KERTAC  y luego su descendientes , como hoy  la tierra era y es la proveedora, y por ende su "madre". Se les fue la vida a todos pero el arbol quedo con sus raices enclavadas   por la sangre derramada.-

"Volcanes, cerca, lejos y realmente Far Away" Conferencia a cargo de Davies Científicos de la NASA Gerard Ashley, 27 de octubre

Noticias de la Biblioteca del Congreso de EEUU

¿Existe vida en otros lugares de nuestro sistema solar? La NASA cree que el mejor sitio para responder a esta pregunta es Europa, una luna helada de Júpiter. La mejor manera de entender cómo funciona Europa puede ser a través del estudio de los lagos de lava masiva de vecinos en una luna de Júpiter, Io.
Ashley Gerard Davies, un científico de investigación en el Jet Propulsion Laboratory de la NASA en el Instituto de Tecnología de California, ha viajado por el mundo el estudio de lagos de lava. Se discutirá el tema en su conferencia "Volcanes, cerca, lejos y bien lejos" en 11:30 am en Miércoles, 27 de octubre, En el Teatro Mary Pickford en el tercer piso del edificio de James Madison en la Biblioteca del Congreso, 101 Independence Ave.. S.E., Washington, DC
La conferencia ilustrada, el sexto de una serie de programas en 2010, se presenta a través de una colaboración entre la Biblioteca de Ciencias, la Tecnología y la División de Negocios y de la NASA Goddard Space Flight Center.
Según Davies, los volcanes son evidencia de un planeta dinámico, una manifestación externa de la calefacción interior. Volcanes-agentes de cambio en forma de las superficies de los cuerpos a través del sistema solar y también son ventanas hacia el interior de un material planeta que transportan a la superficie donde pueden ser examinados por los instrumentos de la nave.
Antes de la exploración por la nave espacial Voyager, las lunas de Júpiter se pensaba que eran mundos muertos, con todos los procesos geológicos internos amortiguado por la extinción. Pero el descubrimiento del volcanismo en una de estas lunas, Io, la luna muestra a mundos dinámico y en evolución. Este descubrimiento ha dado lugar a un cambio profundo en nuestra comprensión de cómo el sistema solar exterior evolucionado.
Davies es un experto en el control remoto de detección de actividad volcánica. Obtuvo un doctorado en vulcanología de la Universidad de Lancaster, Reino Unido, en 1988. Se unió al Jet Propulsion Laboratory en 1994 como un asociado post-doctoral y como un científico a tiempo completo en 1996. Davies fue miembro de la Galileo en el Infrarrojo Cercano y Espectrómetro de Mapeo de equipo es el investigador principal en varios estudios la actividad volcánica en Io y la Tierra.
Davies fue galardonado con el software 2005 de la NASA de la concesión del año por su trabajo en la autonomía de la nave, y es el autor de "El vulcanismo en Io, una comparación con la Tierra," la guía definitiva a los volcanes de Io.
La Biblioteca del Congreso mantiene una de las colecciones más grandes y diversos de la información científica y técnica en el mundo. La Ciencia, la Tecnología y la División de Negocios ofrece servicios de referencia y bibliográficos y desarrolla las colecciones generales de la Biblioteca en todos los ámbitos de la ciencia, tecnología, negocios y economía, con la excepción de la medicina clínica y la agricultura técnica, que son las especialidades objeto de la Nacional Biblioteca de Medicina y la Biblioteca Agrícola Nacional.

Depresión: 5 extraños síntomas

Por: Luza Alvarado, el 12 de octubre de 2010, 11:31 AM
Iba en el metro rumbo a una cita de trabajo y una persona me entregó una propaganda que decía lo siguiente: "¿Tienes inexplicables dolores en la espalda baja, problemas para dormir, trastornos gastrointestinales y dolor de cabeza? Tal vez tengas depresión. Acude a la clínica...". No suelo hacer caso de la propaganda que me dan en la calle, pero no pude evitar preguntarme lo siguiente: por qué si la depresión solía ser una cuestión emocional o psíquica, ahora también se manifiesta a través del malestar físico. Quizás las manifestaciones corporales de una enfermedad emocional son llamadas de auxilio para llamar nuestra atención. Es como un niño ignorado por sus padres: para hacerlos reaccionar, se enferma y tiene problemas de conducta. De la misma manera, nuestros malestares espirituales estarían tomando forma y lugar en el cuerpo para que dejemos de ignorarlos. Son, digamos, la punta del iceberg, pues debajo del desajuste físico hay un espíritu pidiendo ayuda.
Más allá de mis interpretaciones, encontré algunos estudios médicos que tienen explicaciones menos escurridizas. La Asociación Argentina de Psiquiatría reporta que el 70% de los pacientes con depresión llega a consulta después de haber pasado por otros médicos especialistas que no pudieron curar los malestares de forma aislada. Según estudios psiquiátricos recientes, cuando hay depresión se presenta una baja en los niveles de algunos neurotransmisores, lo que ayudaría a explicar el por qué de los dolores físicos, ya que la vía nerviosa es la misma. "Cuando la serotonina y la noradrenalina -dos neurotransmisores- están en niveles bajos el dolor se percibe con mayor amplitud, en el cerebro ocurre la depresión y en la médula espinal los dolores cervicales, lumbares, abdominales y en las articulaciones se manifiestan con mayor amplitud", explica la AAP.
Además de los síntomas físicos, hay otros signos relacionados a la depresión que usualmente se confunden con otros males o no se consideran relevantes:
1. El cuerpo habla
Malestar constante en la espalda baja e inflamación de los nervios de la columna; dolores de cabeza que aparecen ante cualquier muestra de rechazo o negatividad; trastornos gastrointestinales, como estreñimiento, diarreas inexplicables o colitis (singos de ansiedad, sobre todo en las mujeres). Cuando se juntan, es probable que haya algún tipo de depresión.
2. Trabajar de más
Cuando se está deprimido, hay quien se tira a la cama y no sale, pero también se da el caso contrario. Mucha gente se presiona para trabajar más de lo normal, ya sea para evadir el problema o como un esfuerzo inconsciente para combatir la depresión. Para diferenciar si este ritmo es una forma de obtener un ascenso o si se trata de una depresión, hay que explorar si la persona tiene una meta precisa o si solo se está refugiando en el trabajo.
3. Energía a la baja
Cuando se está tratando de conseguir algo y no se logra, la vitalidad de una persona baja hasta parecer que se trata de alguien apático o pesimista. En el caso de una persona deprimida, a esto se añaden otros signos más sutiles, como que esquiva la mirada, su voz no refleja emoción ante oportunidades o estímulos positivos, su arreglo personal se vuelve extremista (demasiada "producción" o nula preocupación), y su lenguaje corporal muestra signos de protección y tensión.
4. El mundo en contra
En un 10% de casos, la depresión puede derivar en pensamientos paranoides. "Muchos pacientes, al no encontrar explicación para su malestar, trasladan la angustia hacia el exterior y comienzan a sentir que todo el mundo está en contra, que alguien los persigue o los espía", dice el Dr. Haltzman, perteneciente a la clínica NRI, Rhode Island, en los EEUU. Al tomar conciencia de que tienen delirio de persecución, se sienten aún peor pues piensan que padecen una enfermedad mental grave, cuando simplemente se trata de una depresión no atendida.
5. Pérdida del deseo sexual
Cuando el interés en el sexo se va a pique, usualmente se explora en diversos aspectos, como la edad, el aburrimiento, los tratamientos médicos o los malos entendidos. Poca gente se pregunta si lo que tiene es una depresión, particularmente los hombres.
La buena noticia es que, según cifras publicadas en el New England Journal of Medicine, entre el 25 y el 35 por ciento de los pacientes se alivia de todos los síntomas una vez que se atienden integralmente como un cuadro de depresión. Y hay más: entre el 80 y el 90 por ciento de los casos de depresión son tratables si se acude a tiempo con un especialista. Recuerda que no tiene ningún caso gastar fortunas en especialistas que están mirando una parte aislada del problema. Tratarnos de manera integral ayuda a dejar de sufrir en vano.


NOTA  de  DON VITTO GIOVANNI

URGENTE  los que se aproximen al problema, consultar con el especialista en salud mental.-