DON VITTO GIOVANNI
PRESENTA
El 27% de los adolescentes de clase media trabaja-Tienen entre 14 y 17 años.
01/09/11
Para ayudar a la familia o pagarse sus gastos. Tienen entre 14 y 17 años. Hacen tareas remuneradas y tienen obligaciones fijas en su casa, como lavar, limpiar o cuidar a sus hermanos. El problema: se retrasan en sus estudios o los abandonan.
PorPablo Sigal
El impacto laboral en los menores
El trabajo de ellos, jugar y estudiar
“Volvía cansada de trabajar y no tenía ganas de agarrar los libros”
Adolescentes,clase media,adolescentes que trabajanSon adolescentes de clase media y trabajan. ¿Por qué? Ayudan a su familia con los gastos o tienen obligaciones en el hogar. Pero eso trae consecuencias por el impacto que esas actividades extra provocan en sus estudios: retrasos en el aprendizaje, repitencia y hasta abandono de la escuela.
Hoy, el Observatorio de la Universidad Católica Argentina presentará un informe sobre el trabajo infantil en la Argentina, sobre 6.400 casos en ciudades de más de 60 mil habitantes de todo el país.
En los chicos de entre 14 y 17 años de sectores medios, trabaja el 27%. En su mayoría lo hacen en un negocio familiar o como cadetes o repartidores, aunque también deben cumplir con tareas domésticas intensas, como lavar, limpiar o cuidar a sus hermanos.
Esta situación les provoca trastornos en el colegio. Según se desprende del estudio de la UCA, uno de los datos clave es el nivel de ausentismo entre los adolescentes de clase media que trabajan.
Casi dos de cada 10 suelen faltar más de 3 veces por mes . Esto es prácticamente el doble que los que no trabajan.
La repitencia es el otro problema del trabajo intensivo. El 21% de los que viven en esa situación se atrasan en sus estudios y más del 8% ya no asiste a la escuela. La sobreedad en los estudios es un problema que el Ministerio de Educación reconoció en la última prueba PISA, donde pidió un apartado especial con los resultados de los chicos de 15 años que estaban en 3° año del secundario, ya que el 36% del total estaba atrasado.
Al tomar todo el universo de clases sociales, es el 32,4% la proporción de adolescentes que trabaja. Y si se mide a los menores de edad desde los 5 años, lo hace el 17,6%.
La socióloga Ianina Tuñón, autora de la investigación, explicó a Clarín que “el problema del trabajo infantil se da en todas las clases sociales. Tiene mayor peso en las clases bajas, donde esta actividad tiene que ver con sólo con una necesidad y con la pobreza. Este peso sobre sus espaldas determina un menor rendimiento en el aula”.
La media de horas trabajadas por semana entre los chicos de 5 a 17 años fue estimada a partir del relevamiento en 5,75 horas diarias, en promedio. Pero entre los que tienen 14 y 17 años es más alta: 6,8 horas .
El Gran Buenos Aires, Gran Córdoba, Gran Tucumán y Gran Mendoza son los lugares donde este problema tiene una mayor incidencia.
“Antes de realizar el estudio teníamos el prejuicio de que el trabajo doméstico impactaba menos en la educación que una actividad fuera del hogar para ganar dinero. Pero concluimos en que no, el detrimento que producen en la educación ambos tipos de trabajo es similar”, agregó Tuñón.
El problema del trabajo infantil es histórico en la Argentina y, según Tuñón, “durante los últimos años no hubo cambios significativos. La situación se mantiene en las mismas condiciones”.