DON VITTO GIOVANNI

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miércoles, 18 de julio de 2012

La inteligencia emocional






Ideas17/07/12


La inteligencia emocional



Especialista en neuroética, la filósofa sueca Kathinka Evers reflexiona sobre el “cerebro moral” y el rol de nuestras emociones.



POR Ima Sanchis
NEUROSOCIEDAD. “El tipo de cerebro que tenemos es el resultado de nuestra sociedad”, dice Evers.

NEUROSOCIEDAD. “El tipo de cerebro que tenemos es el resultado de nuestra sociedad”, dice Evers.

Etiquetado como:Kathinka EversLleva las cejas pintadas a lo Groucho Marx, lo que da a su mirada una profundidad inusual mientras habla, muy despacio, de bioética. Para esta investigadora sueca de 52 años, doctora en Filosofía e investigadora principal en el Centro de Etica y Bioética de la Universidad de Uppsala, el cerebro es dinámico y variable y su arquitectura está sujeta al impacto social. Otros, como el estadounidense Michael Gazzaniga, padre de la neurociencia cognitiva, afirman que nuestro cerebro se rige por leyes físicas y que son estas las que dominan nuestra conducta. Evers ha sido investigadora en Oxford y en el departamento de Filosofía y Derechos Humanos de la Universidad de Essex. Tiene varios libros publicados. En Neuroética: cuando la materia se despierta (Katz editores), por ejemplo, habla sobre cerebro y moralidad.

-¿El cerebro es moral?

-Si hablamos de un cerebro adulto y sano, sí.

-La moral se aprende.

-Casi todo el cerebro es aprendido. Los humanos, a diferencia del resto de los mamíferos, nacemos con un cerebro no acabado y utilizamos gran parte de nuestra vida para desarrollarlo.

Unos más y otros menos.

-El hombre de Neandertal utilizaba más de la mitad de su vida para desarrollar su cerebro. La evolución ha favorecido el dominio de un animal cuyo cerebro responde al aprendizaje. La educación influye en el cerebro, y este descubrimiento ha sido crucial.

¿Qué más sabemos?

-Que las distintas capacidades utilizan distintas zonas del cerebro; las capacidades morales se desarrollan en el lóbulo frontal, que se desarrolla con la edad.

-Cuando nacemos, ¿el lóbulo frontal está en pañales?

-Sí, y eso significa que los niños y adolescentes no tienen capacidad para entender algún tipo de pensamiento moral y nociones de riesgo. Por tanto, en la educación debemos tener en cuenta su nivel de desarrollo.

-Y procurar no dañar esa zona.

-Cierto, porque la persona que a raíz de un accidente tiene dañado el lóbulo frontal puede convertirse en moralmente incapaz: no es que no quiera, sino que no puede: biológicamente, ha perdido la base del comportamiento moral.

-¿La sociedad es el resultado del tipo de cerebro que tenemos o viceversa?

-Las sociedades están creadas por cerebros, pero a la vez el tipo de cerebro que tenemos es el resultado de nuestra sociedad. Hay una gran cantidad de influencias que van en contra de la arquitectura cerebral, y ese es un descubrimiento reciente que tendrá un gran impacto en la sociedad y los seres humanos del futuro.

-¿Cómo influye la ilusión en la construcción del cerebro?

-Las ilusiones existenciales son necesarias. Por ejemplo, no queremos ver el sufrimiento que nos rodea, ser plenamente consciente de él lastraría en exceso nuestra vida. Somos animales dominados por el miedo, queremos trascender y eso es una ilusión, porque somos seres biológicos pero seguimos disociándonos de la naturaleza.

-¿Es cultural o cerebral?

-Es el resultado de ambas. La neuroteología dice que hay diferencias en el cerebro entre las personas religiosas y no religiosas.

-Somos menos lógicos de lo que creemos.

-Y perdemos la lógica con la edad. Los niños son más lógicos que los adultos, por eso debería estudiarse lógica en la infancia. Dígame: si creamos un robot extremadamente sofisticado, ¿se convertirá en una persona?

-Según Philip K. Dick, autor de ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, no.

-Exacto. Durante el siglo XX se ha analizado al ser humano como un robot intelectual. Hoy sabemos que la emocionalidad aumenta nuestra inteligencia y nuestra capacidad para comportarnos de manera compleja. Los androides de Dick no podían prever las acciones humanas porque no tenían emociones para entender cómo nos comportamos. Pero si conseguimos que las aprendan, tendrán autoconciencia.

-¿Los otros animales también tienen emociones?

-No sé dónde está el límite, supongo que es un tema de complejidad del sistema nervioso. Pero yo no como mamíferos porque tienen inteligencia y emociones.

-¿Por qué el 99% de nuestra comunicación es inconsciente?

-Tiene que ser así porque la conciencia es algo muy lento y no sobreviviríamos. De hecho, comunicamos menos de lo que creemos. La mayoría de las veces nos comunicamos únicamente con nosotros mismos. Cada cual interpreta las cosas de manera distinta, por eso es ridículo intentar identificar comportamientos de grandes grupos; decir por ejemplo “los hombres son así o las mujeres asá” no es correcto, las diferencias individuales son mayores que las de sexo.

-¿Cómo se aplica la neuroética a temas concretos?

-Hay estudios sobre las funciones cerebrales realizados con personas en coma o en estado vegetativo. En algunos casos se ha visto que tienen capacidad de pensamiento, de comunicación y de autoconciencia, y esto nos pone frente a cuestiones éticas muy difíciles.

-Según el cardiólogo holandés Pin van Lommel, muchas personas, al despertar de un coma, recuerdan lo acontecido.

-Es cierto. En Suecia se dio el caso de una persona que dijo al despertar: “Me ponían una música horrible”. En Bélgica, Steven Laureys ha intentado establecer comunicación con personas en coma utilizando la neurotecnología, midiendo la actividad cerebral que se genera en cada pensamiento.

-¿Pueden preguntarles cosas?

-Sí. Los resultados son muy interesantes porque se puede establecer comunicación sin hablar y sin comportamiento externo. Las mismas investigaciones realizadas con personas sanas demuestran que podemos llegar a leer la mente, aunque los resultados hasta ahora son limitados.



© La Vanguardia, 2012.

sábado, 14 de julio de 2012

Scioli, “Bartleby el escribiente” el resistente de la mirada perdida





DON VITTO GIOVANNI

PRESENTA


Jorge Lanata


Scioli, el resistente de la mirada perdida


Por Jorge Lanata

 Jorge Lanata,columna de Jorge Lanata14/07/12

“Yo puedo decir que tuve la suerte de tener un vicepresidente que me acompañó desde el primer día del mandato hasta el último con la lealtad de un amigo y de un compañero. ¡¡Gracias, Daniel!!” Néstor Kirchner

Bartleby trabaja en una pequeña oficina de Wall Street junto a otros tres empleados. Es el más nuevo, y su escritorio está cerca de la ventana. Todo transcurre con normalidad hasta que un día su jefe le pide revisar un documento: “Preferiría no hacerlo” , le dice Bartleby.


Desde ese momento, ante cada nueva orden de trabajo, Bartleby responde lo mismo.


“I would prefer not to” (Preferiría no hacerlo).


No lo dice con bronca sino con serenidad.


El jefe descubre al poco tiempo que Bartleby nunca abandona la oficina y que lleva semanas viviendo allí.


Deciden despedirlo, pero Bartleby no se va y sigue viviendo en su escritorio. El jefe, desesperado, decide mudar las oficinas. Le pide, claro, que se vaya: “Preferiría no hacerlo” , responde Bartleby, que sigue en el lugar después de la mudanza.


Los nuevos inquilinos se quejan ante el consorcio de la presencia de ese tipo amable, enigmático que sólo dice que preferiría no hacerlo y sigue sin moverse un metro de su sitio .


Herman Melville (1819-1891), el autor de Moby Dick, escribió “Bartleby el escribiente” como un folletín, en dos entregas de la revista Putnam, en 1853. Bartleby es una brillante metáfora sobre la resistencia pasiva . Sobre la fuerza de la debilidad. Muestra, entre otras cosas, que es imposible pelearse con quien no quiere hacerlo.


No se si Daniel Scioli leyó alguna vez a Melville, pero actúa como si lo hubiera memorizado . El miércoles escuchó una extensa diatriba presidencial sin que se le moviera un pelo. La cámara de la segunda cadena nacional -en una semana en la que se presentaron tres capítulos de Hola Cristina- se detenía cada tanto en el rostro del gobernador: serio, un poco descompuesto, con la mirada perdida . Era la remake de una escena en 2005, cuando la presidenta era senadora y el gobernador, vicepresidente: “Su deber es cuidar la información que deviene del Senado”, lo retó entonces Cristina.

Aunque los roles eran otros, Bartleby ya estaba allí .

“No voy a entrar en la provocación, no me voy a pelar con ella”, explicó esa noche Scioli a un grupo de sus íntimos. “Mi destino, si se tiene que dar, no se va a dar en el marco de una pelea con ella ”.

“Ellos van a descomprimir. Tampoco son locos”, se consolaba Bartleby.

A su alrededor, la oposición y la prensa se golpeaban el pecho como vecinas indignadas: “¿Cómo no va a reaccionar?” “Te acaba de mojar la oreja …” “Scioli es un optimista negador”, tuiteó el diputado del GEN Gerardo Milman. “Scioli volvió a poner de rodillas a la provincia frente al poder central”, analizó la legisladora del FAP Margarita Stolbizer.

Nada movió a Scioli de su sitio , y muchos recordaron un comentario que se le adjudicó frente a otra tormenta, pero que bien podría aplicarse a esta: “Peor estaba en el medio del río, buscando el brazo ”.

Pero aun en aquella desesperación Bartleby podía soñar un plan: la tormenta desatada ahora parece fruto del enojo improvisado y nadie alcanza a explicarse cual es el punto de llegada de la venganza presidencial.

“Hay que entenderlo.

Estos tipos son fundamentalistas de la coyuntura ”, opinó Gabriel Levinas en los micrófonos de Radio Mitre. Scioli no cree que el plan a mediano plazo sea su destitución: confiesa a sus íntimos que Cristina nunca le dijo al intendente de Lanús las barbaridades que Díaz Pérez supuestamente repitió. “Tiene una interna con Julián Alvarez, de La Cámpora, y quiere sobreactuar su relación con Cristina ”. Díaz Pérez frecuenta a Zanini y su mujer, Karina Larrazábal, entró como diputada con Scioli. “La idea no es destituirlo -comentó a Clarín un ex funcionario del gobierno-, sino esmerilarlo. Ponele que logra pagar ahora (la luz en el túnel de La Plata sería conseguir fondos de donde sea para poder pagar el aguinaldo en dos veces en lugar de las cuatro anunciadas), ¿qué hace a fin de año? ¿De dónde saca la guita?”.

“Scioli quiso gastar lo que no tenía”, difunde el aparato de propaganda estatal. Otros ven en la actitud del Gobierno la confirmación del sueño de re-reelección de Cristina: intenta destruir al único que puede competir con ella .

“Urtubey también habló de sus aspiraciones presidenciales en el coloquio de IDEA y nadie le dijo nada -se justifican los sciolistas-.

Esto con Néstor no hubiera pasado . Néstor lo retaba en público a Daniel pero arreglaba por abajo”.

“El kirchnerismo es gestual”, sostiene Scioli, y de gestos está compuesta esta historia: el gobernador pone cara de nada cuando explica que “nunca pensó que Moyano iba a armar este kilombo”. Fuentes gremiales cercanas a la nueva CGT lo desmienten: el posterior viaje a Italia del gobernador fue parte de una estrategia silenciosa . Como también lo fue la conferencia de prensa en la que Scioli intentó diferenciarse con los hechos: dejó preguntar, respondió a todo (en su estilo, diciendo casi nada ) y el mundo siguió en su lugar.

“¿Y qué? ¿No puedo verme con Lavagna? ¿Cuál sería el problema de una alianza con Massa?”, pregunta, retórico, el gobernador. “Siempre me vi con todo el mundo”. Desde Tigre describen la relación entre ambos como de “mutua desconfianza”, aunque, aclaran, “más tarde o más temprano Scioli y Massa van a terminar laburando juntos, porque los dos creen que hay que construir algo nuevo”.

Mariel Fornoni, de Management & Fit, le pone números a la discusión: “Sólo se puede esperar que los dos (Cristina y Scioli) empeoren más , pero hasta ahora el que ha salido siempre más perjudicado en los conflictos fue el gobierno nacional: pasó con Macri, con Moyano y ahora con Scioli. Los dos cayeron un montón de octubre a julio, veinticinco puntos, pero Scioli tiene menos imagen negativa ”. “Scioli los acompaña desde hace ocho años -explica Fornoni a Clarín - y nunca se había puesto en duda su capacidad de gestión, entonces para la gente todo esto resulta poco creíble.

¿Ahora se dan cuenta de que no sabe gestionar? Después que dijo que quería ser presidente…”.

Hay, también, en esta historia, quienes no creen en medias tintas: “¿Cuál es la diferencia entre estar más o menos peleado o peleado del todo? En esto el kirchnerismo es implacable”, confesó a este diario un ex funcionario del gobierno nacional.

Quienes cubrieron en 2003 la campaña Kirchner-Scioli recuerdan la preocupación de Alberto Fernández y del propio Néstor en los primeros encuentros con la prensa: ¿de qué iba a disfrazarse Scioli si le preguntaban sobre los 90? “La mejor década no es la que pasó, sino la que está por venir ”, les contestó. Y nadie dijo nada. Si cualquier otro hubiera contestado eso todavía lo estarían criticando.

Olvidé mencionar un detalle sobre la historia de Melville: Bartleby no termina bien . Pero eso es ficción, claro, y estamos hablando de la vida real.

Investigación: JL/María Eugenia Duffard/ Amelia Cole.



miércoles, 4 de julio de 2012

Una educación que se mantiene estable y peor



DON VITTO GIOVANNI

PRESENTE

Sociedad  Disparador


Una educación que se mantiene estable y peor


Por Marcelo A. Moreno

  04/07/12 - 02:40



Las últimas noticias de la educación en el país no producen efectos euforizantes.

Por un lado, una norma del Consejo Federal de Educación impedirá que los alumnos de primer grado repitan. Es decir, el primero y el segundo formarán una unidad educativa.

Por más explicaciones, vueltas y polémicas que la medida traiga, sería interesante que todo ese ruido no tape la evidencia: se trata de una rendición.

Ante el nivel alarmante de alumnos que repiten primer grado (cerca del 9%), se opta por darles tiempo, un año más, a ver si ellos mismos y el percudido sistema de educación pública logran en ese lapso que sepan leer y escribir.

Lo irónico es que desde el Ministerio de Educación se defiende la idea fijándole un carácter “inclusivo”, cuando justamente la marginación cultural, económica y social de tantas familias es la que produce chicos incapaces de cumplir con los objetivos primarios de la primaria.

Por otro lado, los datos del Censo 2010 respecto del colegio secundario muestran una foto demasiado parecida a la del 2001.

Una foto en la que las sombras predominan, con los porcentajes de fracaso escolar y deserción inamovibles en 10 años.

Lo peor del cuadro es la franja que va de 15 a 17 años, con un 18,4% que no estudia.

Y las causas -desde la necesidad perentoria de ingresar al mercado laboral hasta el embarazo adolescente- tienen origen, como en el fracaso en primer grado, en la marginación cultural, económica y social. Eso, luego de tantos años de modelo de “inclusión” a rajatabla