El de hoy es el décimo censo nacional que se realiza, empezando por el que se hizo en 1869 durante la presidencia de Domingo Faustino Sarmiento y en el que sólo se relevó la mitad del actual territorio argentino y no fue censada la población india.
Pero no fue el único censo con particularidades: tanto ese como los siguientes dos presentaron, según el INDEC, errores vinculados con la coquetería ya que “la mayor parte de los habitantes, y especialmente las mujeres, declararon una edad inferior a la que tenían”. Hubo resultados editados en dos idiomas y otros cuya presentación se aceleró para hacerla coincidir con algún festejo.
Desde los primeros censos hasta hoy, además, los indicadores demográficos muestran líneas casi constantes, como el crecimiento cada vez más lento del número de habitantes, el envejecimiento paulatino de la población, el aumento de la esperanza de vida y la caída de la tasa de fecundidad. El porcentaje de extranjeros en el país, en cambio, fue creciendo hasta mitad del siglo XX y viene bajando desde entonces.
El primer censo se hizo entre el 15 y el 17 de septiembre de 1969. Contó un total de 1.877.490 habitantes (en el territorio censado). Las cédulas tenían ocho preguntas (para el censo de hoy, hay 35 preguntas en el formulario básico y 67 en el ampliado); entre otras cosas, preguntaba si los hijos eran legítimos o ilegítimos y si las personas habían asistido a la escuela o no.
El segundo censo se llevó a cabo el 10 de mayo de 1895. En total se relevaron 4.044.911 personas. A las preguntas ya incluidas en el de 1869 se agregaron nuevas el grado de educación alcanzado y la propiedad o no de inmuebles, entre otras cosas. El censo presentó los cuadros estadísticos en español y francés y se realizó una edición bilingüe para el Pabellón Argentino de la Exposición Universal de París de 1900.
El tercer censo se hizo el 1 de junio de 1914 y relevó un total de 7.903.662 personas. La publicación de resultados, en 10 tomos, fue acelerada para que coincidiera con los festejos previstos para el Centenario de la Independencia en 1916.
El cuarto censo se hizo en dos etapas: entre el 19 y el 21 de abril de 1947 se relevaron las regiones que están al sur del paralelo 42º; y del 10 al 12 de mayo, las que están al norte. Para entonces ya vivían en la Argentina 15.893.811 personas.
Trece años después se realizó el quinto censo, y desde entonces se viene haciendo sistemáticamente cada diez años (con las excepciones de que los de 1990 y 2000 se llevaron a cabo en 1991 y 2001, respectivamente). A partir de la década de los sesenta, los censos contemplan las uniones de hecho en la situación conyugal.
En el del 30 de septiembre de 1960, se relevó una población total de 20.013.793 personas. Exactamente diez años después, la población había aumentado a 23.364.431. Y para el 22 de octubre de 1980, ya llegaba a 27.947.446. En el octavo censo, del 15 de mayo de 1991, en la Argentina vivían 32.615.528. Y para el noveno, que se hizo entre el 17 y 18 de noviembre de 2001, la población había aumentado a 37.156.195.
La tasa de crecimiento anual de la población entre censo y censo cayó desde el 36 por mil para el período de 1895/1914 al 12,5 por mil entre 1991 y 2001, en una caída que sólo se interrumpió entre 1970 y 1980.
En cuanto a la pirámide poblacional, mientras el censo de 1869 mostraba que el 42,8% de la población tenía 14 años o menos y sólo el 2,2% tenía 65 o más, para 1947 ya eran 30,9% los menores de 15 y 3,9% los mayores de 64, mientras que en 2001 la población de chicos de 0 a 14 años representó el 28,3% de la población, frente al 9,9% de 65 o más.
Ese envejecimiento es congruente con otros datos: la tasa de fecundidad (cantidad de hijos por mujer) bajó desde 6,8 en el primer censo a 2,4 en el último, mientras que la expectativa de vida al nacer se incrementó desde apenas 40 años a fines del siglo XIX a casi 74 a principios del XXI.
En cuanto a la proporción de extranjeros en la Argentina, las cifras muestran un fuerte crecimiento hasta mitad del siglo XX y una caída constante desde entonces. Los picos máximos fueron en 1914, cuando eran el 29,9% de la población total y 51% de la población adulta (es decir que casi uno de cada tres habitantes y más de la mitad de los adultos de la Argentina habían nacido en otro país), y en 1947, cuando representaban el 15,3% del total pero llegaban al 56,6% de la población adulta. Desde entonces, la proporción fue cayendo sin pausa y en 2001 los extranjeros eran 4,2% del total y 11% de los adultos.
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