jueves 21 de octubre, 6:35 PM
Por Javier Peláez
No creo que exista en toda la naturaleza un animal más temido que el tiburón. Sólo con mencionar su nombre afloran los peores miedos y se despiertan en nuestra mente las terroríficas imágenes de la película de Steven Spielberg.
Sin embargo, biológicamente hablando, el tiburón es uno de los seres vivos más interesantes que existen, por ser uno de los más antiguos, que existía ya antes de los dinosaurios, y sobre todo, por ofrecer una diversidad realmente espectacular.
Por todas estas razones, y algunas más, me ha parecido interesante realizar un breve recorrido por algunos de los tiburones más sorprendentes y curiosos que existen dentro de las más de 350 clases diferentes de escualos que podemos encontrar por los mares de todo el mundo.
Y en primer lugar, nos tenemos que detener ante el rey de los tiburones. El pez más grande que existe: El tiburón ballena. Una belleza de entre 12 y 15 metros de longitud y más de 25 toneladas de peso, que habita elegantemente los mares cálidos de los trópicos.
A pesar de su enorme tamaño, que lo convierte en el tiburón más voluminoso, es totalmente inofensivo. Es más, en la mayoría de los casos, su comportamiento ante el hombre es bastante juguetón y amistoso, convirtiéndose por ello en uno de los mayores espectáculos para cualquier buceador.
Tiburón ballena
Y si el tiburón ballena es el mayor pez que existe en los océanos, el tiburón peregrino, que lo sigue en tamaño, también pertenece este superorden de los selacimorfos (peces cartilaginosos). Otro gigante de los mares que en algunos casos sobrepasa los 10 metros y que presenta una de las bocas más asombrosas del reino animal.
Al igual que el tiburón ballena, el tiburón peregrino también es inofensivo para el ser humano y se le puede ver en zonas cercanas a las costas de todo el mundo.
Tiburón peregrino
Y aunque lo más común es encontrar tiburones en aguas cálidas también hay que decir que existen algunos tipos de tiburones que habitan en entornos mucho más fríos, como por ejemplo el tiburón boreal.
Este escualo gigante llega a alcanzar los 8 metros de longitud, habita los mares polares y que no es tan amigable como los anteriores. Suele ser bastante voraz y en su estómago se han llegado a encontrar restos de osos polares y de renos.
Tiburón boreal
Pasamos ahora a un tiburón mucho menos elegante. El primer ejemplar se encontró en Japón en 1898 y al pescador que lo recogió le pareció encontrarse ante una especie de demonio por lo que lo bautizó como "tenguzame" o pez duende. Se trata del tiburón duende o tiburón goblin. Un pez nada agraciado que, como curiosidad, posee una mandíbula retractil realmente escalofriante.
Tiburón duende o globlin
Sí, es bastante feo, pero entra de la normalidad si lo comparamos con su primo lejano el Tiburón a pliegues o tiburón anguila, una verdadera reliquia conservada desde hace millones de años y que apenas ha cambiado desde entonces.
Tiburón anguila
Y aunque no es una criatura bella, por lo menos el tiburón anguila tiene suerte de no haberse extinguido como muchos de sus congéneres que se han quedado por el camino.
A algunos de los escualos más sorprendentes tenemos que conformarnos con verlos en forma de fósiles expuestos en algunos museos. Tiburones tan asombrosos como el Helicoprión, una especie extinta hace millones de años que contaba con una especie de sierra en la mandíbula y que hubiera sembrado el terror en cualquier playa actual.
Tiburón mandíbula
Los tiburones, una increíble variedad de animales terroríficos que, sin embargo, no deberían ser tan temidos. A pesar de lo que se pueda pensar los ataques a humanos no son tan frecuentes como imagináis y las muertes causadas por este pez cartilaginoso son realmente escasas.
Como dato curioso os dejo este: Actualmente las máquinas expendedoras de refrescos, al año, matan cuatro veces más personas que los tiburones, y no parece que les tengamos tanto miedo...
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